Márquez, ¿testaferro?

El histórico futbolista mexicano Rafa Márquez, ex jugador del Barcelona y ahora capitán del Atlas, fue sancionado por Estados Unidos por su relación con las actividades del narcotraficante Raúl Flores Hernández.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. impuso sanciones al narcotraficante Flores Hernández, que dirige su propia organización criminal pero tiene lazos con los carteles de Sinaloa y Jalisco, y a otras 21 personas y 43 empresas relacionadas con él.

La relación entre Rafa Márquez y el narcotraficante “es muy larga” y lleva “aproximadamente 20 años”, en los que el defensor mexicano actuó como “testaferro importante” para Flores Hernández, según aseguró un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato.

Las sanciones congelan cualquier propiedad que Márquez y el resto de afectados pudieran tener en EE.UU. y prohíben a estadounidenses implicarse en transacciones financieras con ellos.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. también dio a conocer las ocho empresas del capitán del Atlas que estarían relacionadas con la delincuencia organizada, entre ellas las escuelas de fútbol “Rafael Márquez” y “fútbol y corazón” y los grupos deportivos Alvaner y Márquez Pardo.

El anuncio es el resultado de una “investigación de varios años” que busca entorpecer las actividades de Flores Hernández, un narcotraficante poco conocido pero que EE.UU. considera “de la misma talla que (Joaquín) ‘El Chapo’ (Guzmán)”.

De manera voluntaria, Márquez se presentó ayer ante la Procuraduría General de la República de México para presentar su declaración, según informó la propia entidad a través de un comunicado.

El mexicano no es el primer futbolista vinculado con el narcotráfico. Sus coterráneos Jared Borguetti y Omar Ortíz, los colombianos René Higuita y James Rodríguez, el italiano Mario Balotelli y el estadounidense Daniel Andrés Gómez también fueron relacionados.

Entre las 43 empresas bajo investigación, está el club mexicano “Deportivo Morumbi” que habría sido empleado para lavar dinero proveniente de tráfico ilegal de drogas. Dicho equipo registró ante la Federación Mexicana a Raúl Flores Hernández como su presidente hasta 2008, pero en ese año desapareció para dar paso al resurgimiento del club Oro, de la Tercera División.